Formulaciones, S.A. en esta primera publicación, a la que seguirán una segunda y tercera parte, trata de informar a los aplicadores y demás usuarios del poliuretano sobre los Riesgos Laborales que se pueden producir durante la aplicación de la espuma de poliuretano proyectado o inyectado.
La Prevención de Riesgos Laborales es una disciplina que se encarga de que el trabajador no sufra secuelas físicas o psíquicas debidas a su puesto de trabajo. De acuerdo a la Ley 31/1995 de Prevención de riesgos laborales, el empresario deberá garantizar la salud y seguridad de sus trabajadores durante el ejercicio de su actividad.
A continuación se describirán las partes en las que se divide el trabajo de proyección y se identificarán los riesgos que se producen en cada una de dichas fases. Al ser este documento una guía y no una Evaluación de Riesgos propiamente dicha, los riesgos aquí descritos son generales y debe ser el Responsable de Prevención de Riesgos Laborales el que redacte una evaluación completa.
Inspección y preparación de la obra
Antes de iniciar una obra, es importante que el aplicador y el Responsable de Prevención de Riesgos Laborales realicen una inspección inicial de esta para ver dónde y en qué condiciones se va a realizar los trabajos. Además, ambos deberán establecer, junto con el Coordinador de Seguridad y Salud de la obra:
– Las medidas de seguridad de la obra en sí y las que aparecen por la aplicación
– Las zonas habilitadas para que el personal se pueda poner, quitar y guardar los EPI’s – Una zona de seguridad para mantener a otros trabajadores lejos de la zona de proyección y de los peligros que esta conlleve.
– Señalización de restricción de acceso e información a otras personas que puedan verse
afectadas por la aplicación
En caso de que la proyección se realice en el exterior se deberá avisar a los propietarios de vehículos e inmuebles de la zona de los días en los que se va a proyectar, de las posibles manchas, como protegerse y como limpiarlas. En trabajo en interiores se deberá de ver si el lugar donde se va a proyectar es un lugar cerrado y qué medidas se han implantado en caso de que lo fuese.
Almacenamiento y manipulación de productos químicos
Los productos químicos deberán de almacenarse en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa de sol u otras fuentes de calor, en una zona ventilada y lejos de otros productos químicos incompatibles como son ácidos, bases,
alcoholes, aminas, oxidantes y agua. El isocianato debe ser almacenado lejos del poliol. Los bidones deben de estar perfectamente sellados para evitar la contaminación de otras sustancias, sobre todo el agua y la humedad que
pueden hacer reacción con el isocianato. El traslado de los bidones deberá hacerse siempre mediante el uso de maquinaria y jamás lo realizará el operario manualmente.
Los riesgos que se producen durante el proceso de almacenamiento pueden ser mecánicos, debido al uso de la maquinaria que traslade los bidones (atrapamiento en máquina, atropello, golpes…), y riesgo de contaminación química, de inhalación de vapores, de caída o de incendio y/o explosión en caso de que se produzca un derrame. Un almacenamiento incorrecto puede llevar a un riesgo de incendio y/o explosión o al deterioro del envase y/o producto.
Preparación de los productos y equipos
Antes de iniciar la aplicación se deberá proceder con una limpieza y reajuste de la máquina, revisión de esta y de las mangueras, calentamiento de mangueras y productos y agitado y recirculado de éstos últimos. Se aconseja que se realice una agitado suave o una recirculación del producto para homogeneizar el producto. En la limpieza y mantenimiento de la máquina de proyección se utilizan dos productos químicos, un plastificante y un disolvente. El plastificante se emplea para preservar la máquina si se va a llevar un tiempo sin funcionar y el disolvente para limpiar el circuito de isocianato y que este lo no atasque. La limpieza y mantenimiento deberá realizarse antes y después de la aplicación.
Existen riesgos de contacto con productos químicos, tanto el isocianato y el poliol como el plastificante y el disolvente, inhalación de vapores, riesgo de incendio y/o explosión, riesgo de quemadura en contacto con las mantas calefactoras, riesgo de caídas si se produce derrames, riesgo de atrapamiento de miembros con la bomba, riesgo de utilización de equipos de alta presión y riesgo de golpe al abrir los bidones.
Aplicación de la espuma de poliuretano
La proyección en exteriores deberá hacerse en días que no haya viento. En interiores deberán estar perfectamente tapados y desconectados los aires acondicionado y la calefacción (para evitar que el circuito interior se llene de vapores y partículas de espuma). Se deberá comprobar que las condiciones del entorno y del sustrato son las que se detallen en la Ficha Técnica del producto. Se aplicará una capa de poco grosor que actúe como imprimación y a
continuación las restantes capas, aplicándolas cruzadas y con un tiempo entre capas que permita su curado, hasta alcanzar el espesor deseado. Una aplicación no realizada conforme a las condiciones expresadas en la Ficha Técnica puede llevar a que más adelante la espuma de poliuretano sufra ciertas patologías.
En caso de la inyección se deberá introducir la cánula por el agujero previamente realizado y aplicar producto hasta que salga por éste. Se cubrirá inmediatamente el agujero con un objeto plano para que la espuma siga creciendo en el interior del tabique y se limpiará la cánula para que no se solidifique la espuma en su salida. Se irá rellenando desde abajo hacia arriba.
Durante la aplicación del poliuretano puede haber problemas de atasco que puede hacer que los productos no se proyecten en la proporción adecuada. Esto puede producir más adelante problemas con el poliuretano, por lo que se recomienda que periódicamente se revise el equipo para ver que dosifica correctamente.
Los riesgos que se producen en estos casos son riesgo de inhalación de vapores, contacto de productos químicos en ojos, piel y mucosas y, en el caso de la proyección, irritación cutánea, ojos y mucosas por el contacto de las partículas proyectadas. También puede producirse riesgo de caída a diferentes niveles si se realiza una proyección en el exterior en zonas elevadas, riesgo de golpes térmicos, riesgo de incendio, exposición a ruido, riesgo eléctrico y riesgo de utilización de equipos de altas presiones.
Recortes y trabajos finales
Una vez terminado de proyectar la espuma de poliuretano, esta tarda en secarse unos 15 minutos, pero no cura completamente hasta pasado unas 72 horas. Si se van a realizar recortes antes de pasadas esas 72 horas y se rompe la capa superficial ya curada, puede alcanzarse el núcleo de la espuma en la cual todavía se están produciendo reacciones químicas. En estos casos puede haber un riesgo de contacto de sustancias químicas e inhalación de vapores y polvo.
En la mayoría de los trabajos la espuma de poliuretano suele quedar dentro de un tabique por lo que no hay problemas de degradación de esta por efecto de los rayos del sol. Pero, en los casos en los que la espuma va a quedar expuesta a estos, se debe de cubrir esta con un recubrimiento que la proteja. En estas ocasiones, junto a aquellas en los que se requiera una imprimación del sustrato antes de la aplicación de la espuma, hay riesgo de contacto con
productos químico y riesgo de inhalación de vapores.
Derrames y eliminación de residuos
Si se produce un derrame deberá de acordonarse la zona para que no se pise y haya resbalones e iniciar el procedimiento de limpieza y eliminación como residuo peligroso de acuerdo con lo especificado en la Ficha de Datos de Seguridad o conforme a la legislación aplicable. Normalmente no suele haber restos de isocianatos o de poliol que tengan que ser eliminados ya que se consumen por completo. Pero en caso de que no fuese así, ambos son considerados como residuos peligrosos y hay que proceder a su eliminación de acuerdo a la legislación aplicable. Si las cantidades de poliol e isocianato son pequeñas, se pueden hacer reaccionar ambos para formar espuma y eliminar esta como residuo no peligroso. Los envases de ambos productos se consideran como residuos tóxicos y deben limpiarse y descontaminarse de acuerdo a las normativas vigentes. Para tal fin se llevarán los bidones a una empresa encargada de la gestión de esos residuos y jamás se dejarán abandonados. En ambos casos aparece un riesgo por contacto químico.
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